martes, 3 de abril de 2012

Inversiones (Obama, el Papa, Cuba y otras yerbas...)


En medio de las crisis económicas, financieras, sociales y humanas, ciertos actores del escenario contemporáneo salen al cruce de sus pares e impares con frases y gestos de antología. A juzgar por la alarmante y grosera distancia entre los dichos de los hechos, podríamos creer que definitivamente el mundo camina con los codos y piensa con los talones, o directamente con las sentaderas.


¿O es que las cosas no están dadas vuelta, y son naturalmente así, absurdas, contradictorias? En tal caso, uno debería desarrollar cada vez más profundamente la capacidad de vivir en un mundo así: creer con firmeza que la violencia sólo se combate efectivamente con violencia, comprender que el dogmatismo es la madre de cualquier pluralismo posible, asumir que la marginación es condición esencial de toda inclusión, despojar de toda duda la idea de que la muerte de millones es garantía y precio justo para el éxito de unos pocos. Al fin y al cabo, invertir el error deliberado en acierto accidental, es el secreto de la felicidad.
No se confunda, las cosas son así, ése es el rumbo correcto y el camino a seguir: no estamos confundidos, en cualquier coyuntura de la vida actual, la confusión es sinónimo de claridad, y uno es feliz gracias a sus desgracias.
Porque, de no ser así, hace algunos años atrás, ¿quién hubiese imaginado que un viejo cura alemán íntimamente vinculado al nazismo fuese a ocupar la función de Papa? ¿Quién hubiese apostado su reino por la posibilidad cierta de que un afroamericano llegase a ser presidente electo de los Estados Unidos? ¿Cuántos hubiesen creído que el viejo Fidel defendería uno de los principios más democráticos? En la extraña lógica de las subjetividades y los acontecimientos de la actualidad cotidiana, sucede.  
Hasta ahora, uno tendía a creer que el dogmatismo y la extrema efervescencia de la fe habían sido los responsables directos de grandes males de la humanidad: persecución religiosa, estigmatización y exclusión para aquellos que no se dejan adecuar a los dogmas, defensa de una única verdad por sobre cualquier otra verdad posible señalada como falsedad o injuria, acumulación excesiva de poder y malos usos del mismo, ocultamiento de los pecados propios y denuncia de los pecados ajenos, sólo por citar algunas de las cositas que solíamos endilgarle a los espíritus dogmáticos. Pero resulta que no es así, sino más bien todo lo contrario. Entendamos por fin, de una vez por todas, algo claro y sencillo: el dogmatismo es, ahora, el mayor defensor de la pluralidad de creencias y el más fuerte impulsor del respeto por las diferencias.
Joseph Aloisius Ratzinger, alias Benedicto XVI, 84 años de edad, nacido en la ciudad alemana de Baviera el 16 de abril de 1927, antiguo miembro de las Juventudes Hitlerianas, Papa número 265 de la Iglesia Católica, en funciones desde el día 19 de abril de 2005, detractor a ultranza del aborto, acérrimo enemigo de la fecundación in vitro y de las uniones entre personas del mismo sexo por considerarlas prácticas humanas erróneas opuestas a la voluntad de Dios; por el mismo motivo, contrario al uso de cualquier método anticonceptivo, profundamente preocupado por los alcances de la educación laica en Latinoamérica, de mano firme al momento de condenar la unión de parejas de hecho (heterosexuales también), irritado por la proliferación de católicos independientes que deciden vivir su fe de manera individual, opuesto a cualquier especie de relativismo, dijo recientemente: "la verdad es un anhelo del ser humano y buscarla siempre supone un ejercicio de auténtica libertad. Hay otros que interpretan mal esta búsqueda de la verdad, llevándolos a la irracionalidad y al fanatismo, encerrándose en 'su verdad' e intentando imponerla a los demás". Lo dijo en Cuba, el 28 de marzo de 2012, en el discurso que brindó en la Plaza de la Revolución de La Habana, a la sombra de las imágenes de Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos. Antes de atreverse a pensar, deténgase: no es a los dueños del bloqueo a quienes hay que exhortar por mayor apertura humana y mayor flexibilidad política, es a Cuba a quien hay que demandárselo. En el mundo tal cual es, la isla sigue siendo menos democrática que el campito continental de Sam.
Barack Hussein Obama, alias Obama, 50 años de edad, nacido en la ciudad caribeña de Honolulu, colonia insular perteneciente a los Estados Unidos de América, de profesión abogado, ex senador y presidente número 44 de su país, de religión protestante, se arroga el éxito de haber dado muerte a otro Hussein (Saddam) y también a Ossama el talibán. En calidad de defensor de la paz, actúa sobre la base de que la violencia se extermina con violencia; demócrata que defiende-justifica-niega-afirma-denuncia-absuelve a sus tropas por los daños colaterales regados por sobre las poblaciones enemigas que ataca-protege, interventor político-militar de todo país donde ciudadanos se agiten. Propulsor-destructor de planes de asistencia médico-asistencial masiva a sus gobernados; adolescente liberal y adulto progre consumidor confeso de alcohol, marihuana y cocaína ya recuperado y limpio; protagonista indiscutido de una de las mayores crisis económico-financieras y sociales de su país. Defensor de los derechos de sus ciudadanos que no dudó en levantar a golpes a manifestantes sencillamente sentados en un reclamo donde los peor golpeados resultaron ser los de su color, declaró  recientemente: "miles de libras de material nuclear han sido retiradas de instalaciones en todo el mundo, material potencialmente mortífero que ahora está seguro y no puede utilizarse contra una ciudad como Seúl. Terroristas y bandas criminales siguen intentando echarle mano, así como al material radiactivo necesario para una bomba sucia. El peligro del terrorismo nuclear sigue siendo una de las mayores amenazas para la seguridad mundial". Lo dijo el 26 de marzo de 2012 en Seúl, durante la II Cumbre de Seguridad Nuclear, donde dos de los temas de discusión clave fueron el desarrollo atómico de Irán y el inminente lanzamiento de un cohete de largo alcance por parte de Corea del Norte. La agenda sí incluyó la exhortación al desarme nuclear de países peligrosos como los ya citados, pero no incluyó la misma urgencia por la solicitud de similar desarme para otros países inofensivos como Israel, Pakistán, China, Rusia o el propio, Estados Unidos.
Nuevamente, antes de reflexionar deténgase, porque muy probablemente volvería a equivocarse: no es en nombre de la coherencia y del bien colectivo que se arman, desarman y aplican las políticas armamentistas, es por el engrosamiento y el ensanchamiento de la virilidad que algunos precisan detentar. En el mundo tal cual es, las reservas nucleares se sacan de los países y se guardan en Estados Unidos porque sólo así y ahí están seguras. Y no es ni un poco riesgoso que mientras eso sucede, el terruño del Tío Rico continúe perfeccionando su armamento nuclear, porque ése sí que es un país inofensivo que sólo ataca para protegernos del Mal.
Además, ya no se imagine cosas que no son, porque así no sólo va a envejecer demasiado rápido sino que también va a cargar con angustias y preocupaciones que no tienen sentido. Entiéndame bien: Estados Unidos jamás haría algo en contra de nadie, ni contravendría ningún tratado internacional de respeto de derechos y jurisdicciones. Es que como todo está tan bien, los periodistas vienen siendo rehenes de un creciente síndrome de falsificación de la realidad. Por eso hace poco, el 28 de marzo de 2012, publicaron en varios medios la supuesta noticia de que la policía boliviana interceptó un vehículo de la diplomacia estadounidense que trasladaba armas de manera ilegal, violando lo establecido por la Convención de Viena. Dicen estos filibusteros que sucedió en Trinidad, una localidad boliviana por supuesto ignorada, ubicada a 600km de La Paz. Un hecho que el sensacionalista y mitómano de Evo Morales señaló como “violación flagrante de los principios fundamentales de confianza y de respeto entre países”.      
Realmente, hay que vivir en un mundo de fantasía para tragarse algo así. Ésta es la cruda verdad: Estados Unidos es uno de los mayores defensores de la libertad y del respeto por la independencia y autodeterminación de los Estados. Y si no, fíjese. “No hay ningún motivo para que Estados Unidos e Irán estén divididos. Al  pueblo iraní se le niega la libertad básica de acceder a la información que quiere. En Irán existe una cortina de hierro electrónica. El gobierno censura Internet para controlar lo que los ciudadanos pueden ver y decir y controla los ordenadores y los teléfonos móviles con el único objetivo de proteger su propio poder. El gobierno iraní tiene la obligación de respetar estos derechos, al igual que tiene la obligación de respetar sus obligaciones. Si el gobierno de Teherán asume una actitud responsable será nuevamente acogido en la comunidad internacional". Lo dijo el 20 de marzo de 2012 en discurso desde la Casa Blanca saludando a los iraníes en el día de su celebración por Año Nuevo persa. Después que no digan que Obama no es atento ni respetuoso. Y a ver si por fin se enteran de por qué algunos son acogidos y otros no lo son. Y deje de creer que el FBI persiguió, arrestó y condenó a los creadores del sistema de libre circulación de contenidos Megaupload...
Fidel Alejandro Castro Ruz, alias Fidel, 85 años de edad, de profesión abogado y revolucionario, líder de la Revolución Cubana, de ideología marxista y de religión atea, ex presidente de Cuba y actual diputado, dijo recientemente: “marxistas y cristianos sinceros, con independencia de sus creencias políticas y religiosas, deben y pueden luchar por la justicia y la paz entre los seres humanos. Marxistas y cristianos -católicos o no-, musulmanes -chiíes o suníes-, libre pensadores, materialistas dialécticos y personas pensantes, nadie sería partidario de ver desaparecer prematuramente a nuestra irrepetible especie pensante". Lo dijo el 28 de marzo pasado, en su encuentro con Benedicto XVI.
Hoy, las cosas son así. Invierta en salud: piense invertido.  

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